El Capitolio de los Estados Unidos durante la Semana de Abogacía de GreenLatinos en el Mes de la Herencia Hispana.
Para las comunidades latinas en todo el país, esta lucha es profundamente personal. Durante décadas, hemos vivido en la primera línea de los daños ambientales, desde las refinerías en el East End de Houston hasta las autopistas que atraviesan barrios predominantemente latinas en Los Ángeles. La Ley Nacional de Política Ambiental (NEPA, por sus siglas en inglés), nuestra principal protección ambiental, ha sido nuestra herramienta para defendernos contra proyectos que amenazan nuestra salud y futuro. Y ahora, está nuevamente bajo ataque. La Ley de Reforma de Permisos Energéticos eliminaría estas protecciones, silenciando nuestras voces y abriendo paso a proyectos de combustibles fósiles que sabemos dañarán desproporcionadamente a comunidades como la nuestra.
Las elecciones y los ataques anticipados contra nuestras protecciones ambientales y sociales nos han demostrado la urgencia de mantenernos vigilantes y firmes en nuestro compromiso con la justicia ambiental. No podemos permitir que los legisladores aprueben políticas que perpetúen los mismos daños de la industria de combustibles fósiles bajo el disfraz de "progreso". Este proyecto de ley es un caballo de Troya, acelerando proyectos de combustibles fósiles mientras incluye medidas simbólicas de energía limpia para distraer del daño. Sacrificar a las comunidades de primera línea para obtener avances mínimos no es progreso—es traición.
Como defensora comunitaria, he visto de primera mano lo que sucede cuando permitimos que se aprueben leyes dañinas. Al crecer en Whittier, California, una comunidad predominantemente latina afectada por la contaminación del aire, he visto diariamente los impactos de la injusticia ambiental. NEPA era una de las pocas herramientas que nos daba una oportunidad real—una voz para exigir aire más limpio y un futuro más saludable. Ahora, al ver estas protecciones amenazadas, no puedo evitar pensar en la próxima generación y en el tipo de futuro que les estamos dejando.
Defensores de GreenLatinos caminando frente al Capitolio de los Estados Unidos durante la Semana de Abogacía.
Estas elecciones fueron un llamado de atención: no podemos esperar a que las circunstancias sean ideales para luchar. El momento de actuar es ahora. Si cedemos un poco, se aprovecharán al máximo—y nuestras comunidades pagarán el precio. GreenLatinos se mantiene firme en su compromiso con la justicia ambiental y en asegurar que ninguna comunidad de primera línea cargue con el peso de legislaciones dañinas. Hemos luchado demasiado y por demasiado tiempo para permitir que la industria de combustibles fósiles dicte nuestro futuro energético limpio.
Debemos rechazar la Ley de Reforma de Permisos Energéticos, sin importar la forma en que se presente, y exigir políticas audaces y justas que no comprometan nuestros valores ni a nuestra gente. Este es un momento para el coraje, la unidad y un compromiso inquebrantable con la equidad. Nos negamos a repetir los daños del pasado o a fortalecer los esfuerzos de las industrias que los han causado.
La transición a energías limpias es nuestra oportunidad para escribir una historia diferente—una historia donde cada comunidad, especialmente aquellas que han sido ignoradas durante tanto tiempo, tenga voz y comparta los beneficios. No dejemos que este momento se nos escape. Juntos, podemos garantizar un futuro donde el progreso beneficie a todos, no solo a unos pocos privilegiados.
Irene Burga es la Directora del Programa de Justicia Climática y Aire Limpio de GreenLatinos.